Las hermosas y coloridas playas de Portofino, , un paseo en calesa por las calles de Sicilia, aquella alegre cena con los amigos, el rugir de la tormenta en mitad de la montaña,….no podía dejar de aprender a hacer limoncello, por tantos y tantos buenos recuerdos, ha sido el postre de momentos muy especiales.
Aunque la verdad que costó trabajo hacerlo, fue difícil sobre todo encontrar uno de los ingredientes principales, que es el alcohol de 96, ya que, aunque es preferible comprarlo en alguna tienda de vinos, si esto no es posible hay que encargarlo en alguna farmacia. Yo tuve que recorrer hasta tres, y por fin, me lo trajeron, alcohol sin indicador para que se pueda beber, también se puede usar aguardiente.
Los ingredientes del limoncello son:
– 6 ò 7 limones
– 1 litro de alcohol etílico para licores.
– 1/2 kg de azúcar
-Unas botellas de cristal para dejarlo reposar una vez hecho, aunque para hacerlo, es cómodo usar dos botellas de litro, con boca ancha.
Procedimiento:
Hay que pelar los limones, quedándose sólo con lo amarillo de la piel, porque lo
blanco amarga. Hay que usar limones que no tengan ceras ni ningún tratamiento
químico. Se pone la piel en las botellas vacías, de manera que lleguen como
hasta la mitad de la botella, y se añade la mitad del alcohol en cada botella. Se
deja reposar al menos 2 semanas, en un sitio oscuro, moviéndolo de vez en
cuando. Pasado ese tiempo, hacer un almibar no demasiado espeso con el 1/2 kilo
de azúcar y un litro de agua, y poner la mitad en cada botella. Lo ideal, si uno
es capaz, es esperar al menos un mes.
El limoncello hay que tomarlo fresquito. Se puede dejar una botella en el frigorífico o el congelador, o ponerle hielos. Y, eso sí, ¡hay que tomarlo con moderación!