Para hacer esta salsa de pollo he mezclado dos recetas que tenía en mi antigua y primera libreta de cocina, por una parte el caldo de pollo «de la tía Carmen», y por otro una receta, que no recuerdo bien si era de mi tía Anita, o de mi madre, lo cual viene a ser lo mismo, ya que muchas de las comidas que hace mi madre, las aprendió de mi tía, y concretamente ésta, creo que puede ser una de ellas.
Mezclé las dos, porque de la primera me gustaba lo de echar pimentón para que espesara el caldo y lo de añadir el huevo cortado y el perejil al servirlo, mientras que el aderezo picado en el mortero de la segunda me parecía que le podía dar un sabor exquisito.
Y así fue, como demostraron los platos rebañados hasta con pan de casi todos los comensales, estaba riquísimo!!
Ingredientes:
– Un pollo hecho trozos.
– Aceite.
– Una cebolla.
– Un tomate.
– Dos dientes de ajo.
– Una miga de pan.
– Un chorrito de vino blanco.
– Pimentón, pimienta, unas almendras picadas, canela y sal.
Procedimiento:
– Después de limpiar el pollo, se sofríe en una cacerola con aceite, una cebolla cortada no muy fina, un tomate, y sal. Cuando ya esté frito y dorado el pollo, se echa un poco de pimentón, y se tiene muy poco tiempo, para que no se queme.
– A continuación, se cubre de agua para que empiece a cocer.
– Mientras tanto, en el mortero se machacan dos dientes de ajo, una miga de pan mojada en el vino blanco, unas almendras fritas, un poco de pimienta y un polvito de canela. Se echa esta mezcla en la cacerola con el pollo y se termina de cocer hasta que esté tierno el pollo.
– Se puede añadir huevo duro y perejil picado para decorar.