Esta noche he improvisado una cena rápida. Después de llevar esta semana con tanto ajetreo, lo que más apetecía era que llegara el momento de decir: por fin!!! y disfrutar de la cena y el descanso. Además, hoy me regalaron unas cucharillas para presentar los aperitivos, y me dieron ganas de estrenarlas. Así que, preparé un poco de queso de cabra, y un plato muy
La morcilla de berenjena es una estupenda y vegetariana alternativa a la morcilla murciana tradicional. El ingrediente animal es sustituido por la berenjena sin menoscabo del sabor.
La morcilla de verano es un sano aperitivo que demuestra una vez más que saludable y sabroso no son términos incompatibles. Este plato es una verdadera sorpresa para aquellos que aún no la han probado.
Ingredientes para 4 comensales
– Dos berenjenas grandes
– Tres cebollas
– 100 gramos de piñones
– 50 gramos de orégano
– Un vasito de aceite para freír.
Modo de elaboración
– En primer lugar se deben preparar los ingredientes para cocinarlos. La berenjena se pela y se le quita la parte del rabo. A continuación se corta a taquitos, no debemos aguardar mucho tiempo antes de cocinarla pues se oxida rápidamente, adquiriendo un color negruzco.
– La cebolla también se pela, pero se corta en juliana.
– La berenjena al ser cocinada tiende a absorber mucho aceite. Su carne es muy porosa y se empapa en exceso del líquido en el que se sumerja. Para evitar esto se pone la berenjena en sal y se presiona. Al presionarla se extrae aire y agua lo cual evitará que coja aceite en exceso.
– Se sumergen los taquitos en una freidora hasta que queden doraditos por fuera. Con el aceite no demasiado caliente para que no queden crudos por dentro.
– Se retiran del fuego y se pone en una escurridera para quitar el exceso de aceite.
– A fuego lento y con la sartén tapada, se pocha la cebolla. Tiene que quedar blandita, pero sin quemarse. Su aspecto será más el de la cebolla cocida.
– Una vez que tenemos listos todos los ingredientes, se juntan en una olla. A la berenjena y a la cebolla añadimos los piñones y, por último, el orégano. Se mezcla todo bien a fuego lento. El conjunto acaba teniendo el aspecto y la consistencia de un pisto.
Los ingredientes han acabado desmigajándose y formando una masa.